sábado. 27.04.2024

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Ainhoa Mela | @ainhoacriticas

Después de su tímido estreno en la pasada edición de la Mostra de Venecia, casi seis meses han tenido que esperar las salas de cine españolas para poder ver el estreno de “La bestia”, la nueva y original propuesta de Bertrand Bonello, protagonizada por la actriz francesa Léa Seydoux y el británico George MacKay.

Con aires futuristas y una temática difícil de encasillar, “La bestia” nos trae una historia de amor a través del tiempo, la vida y la muerte. En un mundo no tan lejano y dominado por la inteligencia artificial, las emociones humanas se han convertido en una amenaza. Forzada por el sistema a desprenderse de ellas, Gabrielle decide someterse a un proceso de purificación que la llevará a recordar sus vidas anteriores, transcurridas ellas en tres líneas temporales: el pasado situado en el París de 1910, el presente de 2014 y el hipotético futuro de 2044. Todas ellas vendrán marcadas por la presencia de un gran amor y la continua sensación de una angustia y un catastrofismo a los que Gabrielle intentará de hacer frente, en ocasiones con los medios menos convencionales.

Con una historia laberíntica que se tiñe de esnobismo, se estrena “La bestia” más conceptual de las adaptaciones que se han hecho del relato de Henry James “La bestia en la jungla”

Con estructuras cíclicas y escenas muchas de ellas desconcertantes, “La bestia” de Bertrand Bonello muestra la universalidad y atemporalidad de sentimientos como el amor y el miedo a perderlo. Pero, entremezclando el suspense y la tensión con una historia de amor y ciencia ficción bañado todo ello con algunos tintes cómicos, la película francesa se convierte en una de esas apabullantes cintas en las que todo pasa, pero pocas cosas parecen tener sentido. Un cúmulo de ideas y emociones manidas que, huyendo de convencionalismos, se expresan a través de un mundo imaginario que resulta más un laberinto incomprensible en el que la conceptualizad gana a la trama.

Y es que, si algo queda claro, es que “La bestia” no tiene miedo a la originalidad (un código QR aparece al final de la película para llevar al espectador a una escena postcreditos que verá en su teléfono móvil). Porque “La bestia” busca la atención y el asombro contantes de un espectador al que le invita a reflexionar sobre el futuro dominado por una inteligencia artificial que ya amenaza nuestro presente. Pero en el camino deja la capacidad de emocionar a un espectador más ocupado en unir los puntos que den sentido a la historia

El sentimiento de este melodrama futurista sólo lo consigue la actuación de una Léa Seydoux siempre impecable. Desgarradora, la actriz atrapa a un espectador desconcertado por la historia, transmitiendo la angustia permanente en la que vive sumida una mujer para quien la tragedia no cesa de repetirse, perpetuando el concepto del amor romántico como un sueño inalcanzable. 

Con una historia laberíntica que se tiñe de esnobismo, se estrena “La bestia” más conceptual de las adaptaciones que se han hecho del relato de Henry James “La bestia en la jungla”.

Concebida más como una experiencia cinematográfica que una película que entretenga y encandile al gran público, “La bestia” llega como una confusa tragedia repetida en tres tiempos; una de esas películas que buscando ser grandiosa y épica al traspasar los límites de la convencionalidad, pasa a formar parte de un cine selecto que deja fuera al gran público.

'La bestia': una desconcertante historia de amor espesa y futurista