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Isel Sánchez Vega | @IselSv
Décimo aniversario del comienzo de la saga que arrancó con “Godzilla” que, aunque suele generar críticas divididas, supone todo un éxito asegurado en taquilla para la Warner.
En líneas generales la película cumple. Es sumamente entretenida y contiene largos fragmentos de lucha de monstruos sin interrupción humana, que es lo que más lastraba las películas anteriores. En esta nueva entrega combinan las historias de una manera más fluida que nos llevará al “despiporre” total: un lagarto y un mono de más de cien metros, éste último con un brazo metálico, luchando codo con codo en el interior de la Tierra para salvar el mundo… Sí, el argumento supera un poco en alocado al de “Godzilla vs Kong”
Como bien nos ha ido demostrando esta saga deja en mal lugar a la mayoría de blockbusters actuales a nivel visual. En esta van a un nivel más allá, ya que la película está repleta de un CGI muy colorido que no canta en prácticamente ningún momento. Toda una proeza.
La historia de Kong es lo más emocionante que nos ha brindado este universo. Con un viaje digno de “El Planeta de los Simios”, Adam Wingard sorprende con los mejores momentos de drama, peleas y épica de todo el Monsterverse. Que cada vez se tomen menos en serio a sí mismas mejora mucho el resultado final y si además incluyen momentos como estos de gran calidad, la fiesta queda completa.
Ha mejorado bastante en el tema de los humanos, los cuales cortaban mucho el ritmo en las previas entregas sin aportar mucho de interés a la trama. En este caso durante la primera mitad de la película son bastante relevantes pero en la segunda caen a un segundo plano de una manera muy efectiva sin apartarlos del todo y usándolos cuando el guión (o mejor dicho Kong) los requiere. La humana más importante vuelve a ser Jia, que funciona como hilo conductor con Kong, ya que la niña es la única superviviente de la tribu que convivía con Kong en la Isla Calavera y como consecuencia es la única que sabe comunicarse con él. Sin duda Kaylee Hottle, su joven intérprete, es todo un descubrimiento. Su madre adoptiva interpretada por Rebeca Hall lleva junto a ella el peso dramático humano. El personaje de Bryan Tyree Henry, a pesar de aportar menos que en la anterior entrega, está más suelto y es más divertido. Pero quien se roba el show, con permiso de los monstruos, es Dan Stevens, que crea un Star-Lord de hacendado que brinda verdaderos temazos de los 70.
Quizá no deje mucho espacio a Godzilla prácticamente hasta el final y parece más una película de Kong en la que el lagarto aparece en el último momento para ayudar al simio gigante que otra cosa. Se pasa el resto de la película destrozando Europa, parada por España incluida, y cargándose de radiación a base de centrales nucleares.
Se puede decir que los guionistas han aprendido de la mayoría de sus previos errores pero uno de los que sigue cometiendo es la aparente intrascendencia de los destrozos que ocasionan los kaijus. Se siguen sin ver los cadáveres ni la magnitud de las catástrofes y todos parecen felices y contentos cuando las ciudades acaban con infraestructuras totalmente anegadas y es bastante probable que hayan fallecido muchas personas. Quizá lo hagan por bajar el drama y, en parte, es comprensible.
Un gran disfrute sin pretensiones con un despliegue visual arrollador que ofrece una historia, para su liga, bastante sólida.
Duración: 115 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Adam Wingard
Género: Acción, Fantástico, Ciencia Ficción
Estreno en España: 27/03/24
Reparto: Rebeca Hall, Kaylee Hottle, Bryan Tyree Henry, Dan Stevens, Rachel House, Alex Ferns, Fala Chen
Sinopsis: Una aventura cinematográfica completamente nueva, que enfrentará al todopoderoso Kong y al temible Godzilla contra una colosal amenaza desconocida escondida dentro de nuestro mundo. La nueva y épica película profundizará en las historias de estos titanes, sus orígenes y los misterios de Isla Calavera y más allá, mientras descubre la batalla mítica que ayudó a forjar a estos seres extraordinarios y los unió a la humanidad para siempre.
