lunes. 29.04.2024

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El ente público RTVE acaba de cerrar una negociación con la productora El Terrat y Encofrados Encofrasa de resultas de la cual, el programa de televisión La Resistencia, que presenta David Broncano, dejará de verse en Movistar + y, durante dos años, se verá en La 1 de TVE. Y, eso, a costa de 28 millones de euros, a razón de 14 por temporada. Lo curioso es que, hablando de lo que hablamos, haya hecho falta el voto "de calidad" de la presidenta del Ente para cerrar el trato.

No se ha explicado bien si esa decisión, tan trascendente que ha ocasionado una importante crisis en el ente, se ha debido a que peligraba la continuidad del programa en la cadena donde se exhibe actualmente y había que salvarlo. En ese caso, y si no era bastante bajar el IVA de sus facturas, estaría justificado porque, además, organizar un PERTE ad hoc no creo que colase.

Lo curioso es que, hablando de lo que hablamos, haya hecho falta el voto "de calidad" de la presidenta del Ente para cerrar el trato

Pero, si ese no era el caso, entonces, lo que hay que explicar es qué necesidad tiene el país de que Broncano sea visto en TVE en lugar de en Movistar+. Conocer la vida sexual de los invitados al programa se puede hacer, exactamente igual desde una televisión pública que en una privada. Porque, además, los criterios de independencia imperantes en la cadena pública impiden, seguramente, sesgar la línea tradicional del programa. En otro caso, se podría sugerir al señor Broncano que, en lugar de preguntarle, por ejemplo, cuánto dinero tiene cada invitado a su programa, indagara por su marca de cepillo de dientes o la talla de sus zapatos.

Pero, estoy seguro, debe haber alguna razón para ese fichaje. Al decir de los expertos, la necesidad de incrementar la audiencia es lo que ocasiona el llevar a la parrilla un programa como el susodicho. Porque, además, es seguido por los jóvenes, sector del público muy apreciado por los responsables de cualquier cadena de televisión. Especialmente, por las cadenas que dan programas como el de Broncano.

Los mismos expertos señalan también la conveniencia de competir con otro programa de gran audiencia en el segmento horario de prime time, como es el famoso El Hormiguero, de Pablo Motos. De hecho, al parecer el contrato señala objetivos en relación con la audiencia.

Pero, si se fueran a dar aclaraciones sobre el caso, tampoco estaría de más explicar cuáles son las ventajas de obtener una gran audiencia en un medio que, como TVE, no tiene publicidad. Podría entenderse como una política pública la formación cultural de la población al estilo de aquella antigua Formación del Espíritu Nacional, pero no creo que, esa, sea la explicación en el caso que nos ocupa.

Otra posibilidad es que se quiera, simplemente, aumentar los índices de audiencia para enriquecer el currículo de los responsables de hacerlo. Aunque, claro, hacer eso con dinero público no parece lo más edificante.

Recuerdo que yo tuve un dilema similar cuando era consejero de Telemadrid. Por entonces, no entendía el que la Comunidad de Madrid hubiera creado la cadena televisiva para terminar dando, en el famoso prime time, el no menos famoso programa de José Luis Moreno y sus muñecos. Por supuesto, pregunté la razón y, lo peor, fue la explicación que me dieron. Ocurría que la contratación se había hecho a través de la FORTA (la federación de canales autonómicos) y resultaba ser un programa muy económico. Naturalmente, no prosperó mi sugerencia de que, si era por precio, poner una carta de ajuste, en lugar de José Luis Moreno y sus muñecos, saldría más barato.

También, o al menos, eso se decía antes, está el asunto del "arrastre" de audiencias, es decir, el efecto que tiene un programa muy interesante cautivando al espectador para que se quede en ese canal a ver otros programas menos atractivos, pero de gran interés público. Bueno, no me considero un experto en estos temas de psicología del telespectador, pero, me parece, que el uso del mando a distancia dificulta mucho ese "secuestro" del telespectador.

Y, es que, en el fondo del asunto está no "el qué" sino "para qué". Para qué sirve que un canal público compita con otro privado dando un programa que, indistintamente, pueda estar en uno u otro. Y, un poco más en el fondo, estaría, incluso, el preguntarse para qué sirve un canal público si a lo que se dedica es a cosas como esa. Con todos los respetos a David Broncano y, sobre todo, a su público.

De todas formas, y mientras están ocurriendo las cosas que están ocurriendo, esto de Broncano no debería dar para mucho más que para un artículo como este.

Broncano y cierra España