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Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx
Hipnótica, mágica, espiritual, sensorial... Son algunos de los adjetivos que vienen a la cabeza a la hora de describir una película tan interesante como "Animalia", debut en la dirección de la marroquí Sofia Alaoui. Se trata de una de esas cintas que requieren varios visionados y en la que un espectador paciente podrá sacar numerosas lecturas.
Inicialmente, "Animalia" nos presenta a Itto, una joven marroquí de origen humilde que vive rodeada de toda clase de lujos gracias a la adinerada familia de su marido. Todo cambia cuando un extraño suceso meteorológico, que parece afectar las conciencias de las personas, sumerge al país en un estado de emergencia y aislamiento. Itto se sumergirá en un viaje que cambiará su forma de entender el mundo.
Sofia Alaoui construye una película fascinante que propone reflexiones muy interesantes sobre la espiritualidad y los diversos planos físicos del alma. Sin entrar en destripes, sí podemos decir que el extraño suceso que amenaza Marruecos tiene muchas conexiones con la famosa película de Andréi Tarkovski, "Stalker", ya que al igual que aquella historia, nos encontramos con un evento casi invisible, lleno de sutilezas, que puede provocar sucesos trascendentales para la conciencia. En este caso, la zona "afectada" se encuentra en las imponentes cordilleras del Atlas marroquí, magistralmente filmadas por esta directora.
Lo cierto es que "Animalia" nos cuenta una historia que busca reflexionar sobre nuestras prioridades y en la que se propone un nuevo ser humano para el siglo XXI. Sofia Alaoui, acompañada en el guion por Laurie Bost y Raphaëlle Valbrune-Desplechin, construyen un relato muy valiente que incluso llega a cuestionar el islam (especialmente algunos de sus preceptos) y en el que se habla sin tapujos de la necesidad de dejar a un lado las ataduras morales y psicológicas que nos atan en este plano. Pocas películas rodadas en países árabes y musulmanes son tan libres a la hora de hablar de fe.
Sin duda, un hipnótico debut lleno de inteligencia y con reflexiones que no suelen verse en la gran pantalla, y menos en una primera película. Itto, muy bien interpretada también por una debutante Oumaïma Barid, se sumerge en un viaje onírico lleno de belleza y poesía en el que sueños y realidad se entremezclan sin quedar nunca claro qué es verdad y qué mentira. Lo interesante es que Sofia Alaoui lo hace sin caer en el exceso ni en lo cursi, y aunque su película acaba ofreciendo tantas incógnitas como a sus protagonistas, se trata de un viaje iniciático que merece mucho la pena.
Habrá que seguir muy de cerca la carrera de esta directora, que en "Animalia" demuestra poseer una mirada única.
